El presidente Kuczynski empezó a contestar las interrogantes sobre Odebrecht pero no absolvió los cuestionamientos que pesan sobre él.

El último domingo, el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) hizo lo que muchos –este Diario incluido– le habíamos reclamado hace bastante tiempo: darle al público las explicaciones sobre sus vínculos directos o indirectos (a través de empresas relacionadas) con Odebrecht.
Con prescindencia del desenlace, el solo hecho de enfrentarse a un panel de periodistas de distintos medios televisivos era saludable en aras de la transparencia. En ese sentido, los ciudadanos ganamos. Quien no salió airoso de este ejercicio, sin embargo, fue el jefe del Estado.
Respecto de la relación entre el señor Kuczynski y Westfield Capital, se confirmó que esta compañía era de propiedad del mandatario y que lo fue también mientras se desempeñó como ministro de Economía y luego primer ministro de Alejandro Toledo. Por lo tanto, sí mantuvo interés económico en una empresa que brindó servicios de asesoría a compañías que tenían contratos con el Estado, como Odebrecht
Esto último asumiendo que el presidente Kuczynski hubiera encargado la gestión de su empresa a su entonces socio Gerardo Sepúlveda, y que se hubiera alejado por completo de la administración de Westfield y de los negocios que esta realizaba –algo que, por lo demás, no pudo demostrar con documentos, pese a los requerimientos de una de sus entrevistadoras–. De hecho, el propio mandatario admitió en un momento de la entrevista que, al ser accionista, ganó “algo de dinero” con las actividades de Westfield.
No se entiende, entonces –y el señor Kuczynski no supo dar una explicación convincente–, por qué siendo previsible el conflicto de intereses, su ex socio, un experimentado banquero y “magnífico profesional” (en palabras del presidente), no utilizó a una empresa de su propiedad, como First Capital, u otra consultora –en lugar de la compañía unipersonal del señor Kuczynski– para brindar servicios a empresas que tenían relación con el Gobierno Peruano.
Otro aspecto sobre el que el señor Kuczynski tampoco pudo despejar dudas tiene que ver con las razones por las que ocultó la información sobre su relación con Odebrecht a través de Westfield y First Capital. Recordemos que solo luego de que se hizo pública la información según la cual Marcelo Odebrecht habría declarado ante fiscales peruanos que su compañía contrató al presidente Kuczynski, este sostuvo en RPP que había sido contratado a través de First Capital para darle servicios de asesoría financiera a H2Olmos –proyecto a cargo de Odebrecht– en el 2012.
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