viernes, 8 de diciembre de 2017

Alianza Lima: a 3 décadas de la tragedia del Fokker

Ese 8 de diciembre de 1987 el tiempo se detuvo en el alma de los hinchas del Club Alianza Lima. Su equipo, el de los ‘potrillos’, fue cegado por una mala maniobra del piloto del Fokker F-27. Aquí las señas del desastroso episodio que cumple tres décadas.

Alianza Lima

Llegaban a Lima desde Pucallpa en un avión naval que sólo debía patrullar las 200 millas marinas, pero que a veces servía de transporte público. En esa tierra cálida jugaron, gustaron y ganaron ese martes feriado 8 de diciembre. Su rival había sido el Deportivo Pucallpa, al que vencieron 1 a 0 con gol de Carlos Bustamante.

Estaban apurados por volver a sus casas, con su gente, al clima templado de Lima; por eso todos aceptaron gustosos ir y venir en un vuelo charter. El regreso el mismo día 8 fue en un avión de la Marina. ¿Qué podía pasarles en un avión de las Fuerzas Armadas?

Y les pasó lo peor. Eran las 8 de la noche, y el piloto del avión, el teniente primero AP Edilberto Villar Molina (29 años), perdió la visión de su tablero de mando a pocos kilómetros de la pista del aeropuerto internacional Jorge Chávez. No podía saber si el tren de aterrizaje había bajado correctamente. Entonces el personal de Corpac se afanó en confirmar a la Torre de Control si el ‘tren’ había bajado o no, y cuando lo pudo hacer ya el avión de los aliancistas había girado hacia el norte, dando una vuelta completa y, a baja altura, cayó al mar partiéndose en varios pedazos.

Luego llegaron las versiones contradictorias, las leyendas, los mitos y las esperanzas de los familiares que nunca se resignaron ante los comunicados oficiales. Curiosamente, el único sobreviviente fue el piloto Villar, quien contó a la Policía que pudo salvarse ya que no tenía fracturas en ninguna parte del cuerpo, por lo que resistió en el agua helada de Ventanilla, a tres millas de la costa.

Alianza Lima
Lo único cierto fue que Alianza Lima perdió a casi todo su equipo profesional. A los jóvenes Braulio Tejada (de solo 17 años), Luis Escobar, Carlos Bustamante, Gino Peña, César Sussoni, Daniel Reyes, Alfredo Tomassini, Aldo Chamochumbi, Milton Cavero, Ignacio Garretón y José Mendoza; y a los más experimentados como José Casanova, Tomás Farfán, Johnny Watson y William León, además del inolvidable portero José Gonzales Ganoza.

Con ellos se fue también el profesor Marcos Calderón, el ‘chueco’, como cariñosamente le decían, el mejor técnico peruano de ese momento. 

Pero se salvaron cinco jugadores: César Espino, quien había sido expulsado en el partido anterior, el 29 de noviembre, ante el San Agustín; Juan Reynoso, quien no viajó por una lesión; así como Benjamín Rodríguez, Juan Illescas y Arturo Guadalupe, quienes no fueron considerados en el equipo de esa fecha.

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